19 diciembre 2006

Navidad, la, la la!

Alguna vez leí algo así como "Diós no existe, Santa Clós lo mató en una peda..." Obvio que era un debraye borrachil, pero eso por supuesto me recordó uno de las wallpapers que más me gusta (hasta se me ocurrió que era como un pretexto para vengar a dios, ja).

Y es que en está época donde la gente se pone tan pendeja que cree que debe de estar de buen humor sólo por que es cierta fecha del calendario, me hace recordar muchas otras cosas, y a veces hasta me enfada. He aquí parte del porqué:

Cosas como "Los invito a hacer una oración por todos nosotros y recordar que en Navidad Jesús nació para morir por nosotros" me vienen guangas…

¿De que chingados sirve eso de "morir por todos nosotros"?

Para salvarnos del pecado original...

Cuéntame una de vaqueros. Un dios muerto es un dios muerto. Si resucito o no, me da lo mismo. ¿Cual es la diferencia entre morirse e irse al cielo, y morirse, resucitar e irse al cielo? La resurrección, si, obvio, pero el resultado el es mismo. Le llegó de aquí, o como se dice comúnmente, se abrió.

Y puede sonar todo lo mamón, hereje y demás cosas, pero lo digo muy en serio. Al igual que muchas otras cosas (como psicología, historia, arqueología, sociología), la teología me parece digna de dedicarle más de un rato de ocio, pero nunca, jamás, para tomársela en serio.

Para mi es más chido interpretar la biblia y todas las tradiciones y costumbres judeo-cristianas como una mitología más. O mejor aún, como dos mitologías.

Además me encantan esas frases que refutan, en unas cuantas palabras, cantidad de libros y de años de interpretaciones.

"Es mucho más fácil, en general, morir por los otros que saber vivir para ellos." Maurice Maeterlinck

Y ultimadamente, no encuentro mucho sentido en la religión. En ese aspecto me considero bruniano: Bruno defenderá, como harán a su modo todos los copernicanos, que la religión debe ser entendida como una ley destinada al gobierno de las masas incapaces de regirse por la razón.

No digo que la Navidad sea mala, tiene cosas harto chidas, pero clavarse en los ritos religiosos, que además la mayoría de ellos se practica por simple atavismo, ya es otra onda. Algunos de esos ritos son tan extraños como cotidianos, como el de comerte a tu dios... y beberte su sangre, que gore!

No niego que alguna vez lo intenté, no lo de comerme a mi dios, sino eso de tomar en serio la religión pero, lógico y analítico como soy, terminé encontrándole más contras que cosas a favor. Apenas la semana pasada conocí un par de teorías por las que un pueblo, considerado tradicionalmente cristiano, pasa a ser una secta hereje más, al plantearse, en determinado momento, estás cuestiones:

Al final de cuentas, si te comes a tu dios, terminas haciéndolo mierda (literalmente)...

Y la otra está bien acá también...

Si mi padre fuese amarrado a un mástil y azotado en el él, yo no encontraría una razón para adorar el mástil, sino todo lo contrario...

Pero la gente no repudia la cruz, la adora... aunque tenga un hombre muerto (o moribundo) sangrante y clavado en ella... cuestión de paradigmas, supongo... Y también debe ser cuestión de paradigmas que cuando uno pone de adorno navideño un santa clós muerto, todo el mundo da de gritos...

así que... Feliz Navidad...

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